Los séniores de la UNED-A Coruña

lunes, 14 de marzo de 2016

"La vida de antes" por Antonio Currás



"Las verdad es que tengo muchos recuerdos de mi infancia, pero son un poco tristes, las cosas no eran fáciles. Había carencia de todo y esto le pasaba a mi familia.

Nací en la pequeña aldea de Momán. Éramos diez hermanos vivíamos con nuestros padres en una pequeña casa, sin comodidades y construída como muchas otras, con chantas, cubierta con ramas de xesta o paja para evitar que la lluvia se filtrase.

La luz provenía de candiles, y hasta que no cumplí siete años, no llegó la luz eléctrica.

La comida no era variada, siempre lo mismo: por la mañana caldo y pan, a mediodía caldo y pan y por la noche...pan y caldo. No había otra cosa que no fueran papas.

No teníamos agua en casa, íbamos a una fuente -bastante alejada- a buscarla. Muchos días, al salir de la escuela de vuelta a casa a la hora de comer, pasaba por la fuente, llenaba dos cubos con agua y luego los colgaba de un palo que sujetaba el hombro, a la vez, llevaba otro cubo en una mano. Cargado "como un burro" hasta casa. 
A la escuela no podía asistir a diario. Faltaba muchos día porque tenía que colaborar en las faenas del campo: llevar el ganado a pastar, etc. Lo cierto es que los días no íbamos a la escuela dejábamos de aprender, de jugar, de relacionarnos con otro niños. 

Como decía, una infancia con muchas carencias.
De la ropa que se usaba mejor no hablar. Se aprovechaba toda y unos hermanos, usaban la de los otros. 
A los nueve años me enviaron a la temporada de siega a Castilla. Era la primera vez que veía un tren. Ese viaje fue mi dura escuela, mi instituto. ¡Qué duro era para un niño! En pleno verano, trabajando con hombres hechos y derechos, con escasa comida, y durmiendo en corrales, sobre paja...
No tuve adolescencia ni juventud, solo trabajo, y a veces... lágrimas... De regreso a mi tierra con el dinero ganado, mis padres ya lo tenían destinado a numerosas necesidades de la casa y de la familia.
Me duele recordar todos los trabajos que pasé para poder salir adelante, para ser algo en la vida.

La mayoría de mis hermanos aprendieron un oficio, salvo el mayor, y yo.
Me fui haciendo un hombre, luchando contra las adversidades, la vida me dio bastantes golpes. 
Con el tiempo formé una familia, criamos a dos hijos y logré tener una casa digna para vivir con los míos, hasta que una fatal enfermedad se llevó a mi esposa y me quedé solo...
Ahora la vida sigue. Trato de ser feliz y muchas veces, pensando en todo lo que pasé, consciente de lo que puedo hacer, procuro ayudar a otros que lo necesitan".

Alumno: Antonio Currás
UNED Sénior A Coruña


2 comentarios:

  1. Antonio mas o menos es de mi edad.. yo recuerdo todo lo que el comenta pero mi crianza fue un poco mejor ,, un poco ,,por lo menos nací en una casa de Piedra fuimos 11 hermanos yo soy la mas joven.

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Recibe un saludo.

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