Los séniores de la UNED-A Coruña

miércoles, 21 de febrero de 2018

De visita al Museo de Man (el alemán) en Camelle




Imagen del grupo sénior

 





"Hoy en nuestra clase de Historia de Galicia, tuvimos la oportunidad de dirigirnos a conocer un lugar de Camariñas, donde vivió un personaje que desentonaba con el común de la sociedad, yo diría que fue un ermitaño moderno que tuvo la idea de vivir junto a la naturaleza y sin intereses materiales, quizás por su forma de vida sufrió en su momento persecución y falsos cargos.
Este alemán llegó con veinticinco años y con una carrera en Bellas Artes, a este lugar de Camariñas en 1961, vivió una década con una familia alemana, en especial tuvo una conexión especial con la abuela que hablaba alemán pues desconocía el castellano.
Lo conocían por Man que en inglés significa hombre o el alemán de Camelle, pero su nombre era Manfred Gnädinger nació en Böhringer Alemania en 1936.
Luego construyó una minúscula casa en las rocas pegada al mar, que hoy con un oleaje severo daba miedo pensar como soporto tanta dureza, se desprendió de toda su apariencia exterior y vivía solo cubierto con un taparrabo todo el año, en comunión con la naturaleza comenzó a desarrollar su obra vital que fue su jardín-museo.
Utilizó básicamente piedras que unía con cemento, además utilizó todo tipo de elementos que le traía la marea. En general, su obra se vincula al romanticismo alemán, con un espíritu de rechazo de la sociedad de consumo en la critica al mercantilismo y utilizando la basura de esa sociedad de consumo.
El museo que se inauguro el 5 de junio de 2015 y es de titularidad municipal. Se encuentra en la casa de la cultura inaugurada en el 2007, en la planta baja podemos encontrar cuadernos del artista; libros que utilizó como objetos personales y fotografías; libretas en donde cada visitante le hacia un dibujo y ponía su fecha de nacimiento; huesos y corales; artesanías con botellas de plástico que fue lo que más me gusto y una proyección en 3D a partir de 1500 fotos de su jardín-museo.
En la planta alta hay una serie de fotografías, rememorando su sueño profético de una ballena negra que se comía todo, un tiempo antes de que ocurriera el desastre del petrolero Prestigie, que fue uno de los motivos de su tristeza y pronta muerte en ese lugar en 2002.
Dejo también círculos pintados en distintos lugares, porque pensaba: "El círculo es el absoluto. Solo más existe el punto. El punto es el espacio cielo. Es lo más universal, casi más que el círculo. Porque del punto nace el círculo".
Justo yo esta semana y vaya coincidencia, he leído otra parecida de él mismo: "Todo es círculo. Todo empieza y acaba en un punto, todo absolutamente todo es circular hasta la propia muerte, que es el último punto del círculo de la vida".
Lo increíble es que viviendo como vivía, le dejó en herencia al ayuntamiento unos 120.000 Euros y hace unos meses recién sus cenizas se cree reposan en su casa a orillas del mar, dato sin confirmar pues a aparecido una urna con la inscripción Man; es como un suceso misterioso que el tiempo aclarará.
Me quedo con su figura y pensamiento tanto humano como artístico, que continúa atrayendo visitantes y lo recuerdan con cariño".
Texto: Alumno sénior Alberto Balbona