Los séniores de la UNED-A Coruña

jueves, 18 de septiembre de 2014

Lembranzas. Recuerdos. Por Luisa Jove


Luisa Jove, alumna sénior de la UNED A Coruña, nos cuenta a través de sus recuerdos, cómo era la vida antes.


Recuerdos de casa

"Mi madre era modista y me enseñó a coser. Mi hermana, Adela, lloraba, no quería coser y le pedía a mi madre que me mandase a mí. Fui a la escuela con el propósito de aprender. Mi profesor era de La Coruña y se llamaba D. Arturo. Mi padre, que era "zoqueiro", nos hacía zuecos a nosotros y para vender, medía con una "vara" dentro del calzado. Era muy bueno en esto y tenía mucho trabajo.
 
Cuando tenía once años, ayudaba en casa e iba a por agua. Llevaba la comida a mis hermanos; caldo y leche, ellos trabajaban la tierra. Por la tarde les llevaba carne con pan. En mi casa había "taberna", y allí se daban comidas. Teníamos que ir  lavar la ropa al río, y llevar un "molido" en la cabeza, y sobre él una "tina"; la plancha era de hierro y se calentaba con carbón."  Viví en casa de mis padres hasta que me casé.


Recuerdos de adolescencia y juventud

"Delante del bar de Arsenio se tocaba el acordeón y bailábamos. Éramos chicos y chicas con catorce años. Fue la primera vez que me puse medias; antes me ponía calcetines o medias de lana por encima de las rodillas. Cuando íbamos al baile, si no nos gustaba el novio, nos íbamos disimuladamente haciéndoles creer que íbamos a volver siempre con otra compañera."

Cómo se vivía el luto

"Antes, cuando se moría un niño, como fue el caso de mi hermano pequeño cuando tenía dos años, no nos poníamos de luto. La caja donde permanecía era blanca. Dentro del cementerio había un espacio para los niños que fallecían. El luto era así: cuando el que fallecía era el padre, los mayores lo vestian durante dos años, y cuando se trabata de hermanos o abuelos, un año. Los hombres, cuando se quedaban viudos, llebaban un botón negro en la solapa y una franja negra en un brazo. Si se trataba de una mujer, cuando enviudaba el luto, en un primer momento consistía en vestir ropa completamente negra, para más tarde, con el paso del tiempo, vestirse en lo que llamaban "alivio", cambiando el negro por grises y colores poco llamativos."

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