"Hoy, con motivo de una charla en el pabellón de la feria de Momán, clarla impartida por Felipe Senén; profesor de la UNED Sénior A Coruña, me vino a la memoria todo lo relativo a entierros y funerales.
Mis recuerdos son muchos, de unos años a otros.
Los entierros, otrora, no se hacían como en la actualidad. Se velaba al difunto en casa. Era nesario ir a recoger el féretro a muchos kilómetros de distancia, en torno a 20 kilómetros. Durante todo ese recorrido se transportaban a hombros de los familiares. Y si no había familiares, era cualquier vecino de la taberna del pueblo.
Cuando finalizaba el funeral, una vez se terminaba de rezar el rosario con objeto de pedir por el descanso del alma del fallecido, empezaba una comida para todos.Se llevaban garrafas de 16 litros de vino y cestas de bollos de pan. Esta comilona terminaba en numorosas ocasones de malas maneras, bien por el reparto de los bienes que dejaba el difunto, o por el exceso de ingesta de vino.Hoy día esto ha evolucionado muchísimo, y gracias a los centros especializados en estos temas, se evitan estos inconvenientes.¿Y por qué me vino este tema tan triste a la cabeza? Precisamente hoy estamos despidiendo a una compañera alumna del Programa sénior de la UNED A Coruña, que hace tan solo 8 días, estaba ensayando con todos nosotros en el coro, miembro de este programa desde su inicio.El coro de la UNED fue creado a raiz de un viaje realizado a los Ancares, en concreto viendo las pallozas con nuestro profesor Felipe Senén López. Desde entonces se le conoce como el Coro de la UNED Sénior A Coruña. Los componentes somos todos mayores, me temo que si no entra savia nueva, esto pronto se terminará. Yo lo sentiría mucho, porque lo llevo en el alma, como el resto de mis compañeros".
Alumno: Antonio Romero
Ayuntamiento de Momán
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